Su construcción se dion en el año de 1611 y ha sufrido varios cambios el edificio que ahora ocupa este museo "Federico Silva".
Se ubica en la antigua plazuela de San Juan de Dios, sector localizado dentro del Centro Histórico de la ciudad de San Luis Potosí.
El 6 de abril de 1593, Don Juan de Oñate alcalde mayor de la intendencia de San Luis Potosí, ordena trazar las calles y caminos, las cuadras, solares de vivienda e ingenios de beneficiar mineral, del pueblo de los españoles de San Luis Mexquitique. Dentro de estos ingenios, el inmueble se encontraba justo en la zona que debió destinarse desde u principio a ingenio de beneficiar minerales, pues esa fue su actividad desde el 15 de abril de 1611, cuando su propietario, don Juan de Zavala, mercader y propietario de la minas de Santa Clara, la Biznaga y los Muertos donara dicho lugar a la “Orden del Beato Juan de Dios” para la creación del primer hospital de la Villa de San Luis Potosí.
De manera inmediata empezó a ser construido y recibió el nombre de San Juan Bautista, era atendido por 10 religiosos juaninos, un sacerdote y un cirujano; contaba con 26 camas y una botica. La existencia de este hospital y su buena atención, fue una de las razones alegadas cuando se solicito el titulo de ciudad para el pueblo de S.L.P., el 30 de mayo de 1656, titulo cedido por el virrey duque de Alburquerque y posteriormente confirmado el 17 de agosto de 1658 por el rey Felipe IV.
El hospital fue administrado por los frailes juaninos hasta el año de 1811, en que por orden de Calleja se transformo en hospital militar. En 1818 fue devuelto a los religiosos, pasando al ayuntamiento en 1827, año en que se suprimiera la “Orden de San Juan de Dios”. Posteriormente, el ya hospital civil, se reubico en un anexo del templo del templo de San José. La rustica edificación se utilizo como aduana hasta el año de 1905, en que fuera demolida para dar paso a la escuela modelo.
La Escuela Modelo se presenta en la ciudad de S.L.P. como el primer edificio construido y planeado específicamente para la enseñanza. Iluminado por esbeltas ventanas generando así, espacios adecuados para la enseñanza requerida por la reforma educativa de la época. El resultado es un edificio de fácil lectura y disposición claramente funcional. Funciono como escuela hasta el año 2000 cuando se somete a los trabajos de adaptación para el primer museo de escultura contemporánea en América Latina.
El conocer la historia del museo me hizo viajar en el tiempo ya que explica cómo se fue transformando el edificio para llegar a ser museo, la mención de sus propietarios y los establecimientos que llego a ser, como una escuela, una aduana, un hospital. Me pareció interesante el recorrido por el museo, el conocer la forma de pensar y de sentir de Federico Silva y de otros autores plasmado en el arte, en la escultura.
La escultura que mas me gusto y llamo la atención fue “la puerta al paraíso”, ya que representa el alumbramiento humano y el dolor que se sufre durante este y sobre todo que es una escultura contemporanea.
